Desde el nacimiento hasta los 6
primeros meses de vida, el principal y mejor alimento para el bebé es la leche
materna. Ésta aporta al lactante todos los nutrientes y anticuerpos necesarios
para su desarrollo, además de crear un fuerte lazo afectivo con la madre.
Una vez iniciada la alimentación complementaria en bebés, alrededor de los 5-6 meses (preferiblemente los 6 meses en caso de lactancia materna exclusiva), se debe ofrecer siempre primero el pecho, para asegurar un mínimo adecuado de leche al día y el mantenimiento de la producción de la leche materna.
También podemos ofrecer la opción de
la lactancia artificial, cambiando de la leche tipo 1 a la 2 o también llamada
leche de continuación.
El orden de introducción de los
diferentes alimentos, puede variar en función de las necesidades de cada bebé y
del pediatra. Siempre hay que tener en cuenta la detección de posibles alergias
por lo que habrá que introducirlos de forma individual y en intervalos de 3-5
días. Comenzaremos con:
- Cereales: la papilla de cereales para bebés se puede preparar con agua, caldo, leche materna o artificial. Los cereales sin gluten se pueden introducir a partir de los 4 meses y en cantidades suficientes para completar una papilla entera o bien añadirlos a los biberones en cacitos. Los cereales con gluten se deben introducir en pequeñas cantidades (mezclándolos con los cereales sin gluten, con la fruta, etc.), siempre de forma gradual.
- Carne con verduras: inicialmente pollo, pavo y más adelante ternera, cordero…
- Pescado blanco con verduras: (merluza, bacalao, lenguado y similares).
Para preparar la papilla de verduras para bebés, tanto con pollo como con pescado blanco, podemos hervir durante 20 minutos judías verdes, puerro, patata y pollo (sin piel) o un filete pequeño de pescado blanco y triturar. Inicialmente evitaremos las verduras de hoja verde oscuro como la col y la remolacha.
No conservar más de 48 horas en
nevera. Se puede congelar en porciones diarias (excepto la patata) e ir
sacándolas según necesidades.
- Papilla de frutas: A los bebés se les puede ofrecer frutas por separado o mezclarlas para ir variando los sabores. Es preferible utilizar fruta madura. En caso de estreñimiento utilizar frutas como la naranja, pera, kiwi, etc.
- Quesos y yogur: ofrecer en pequeñas cantidades a partir de los 7-8 meses (yogur fabricado con leche de continuación o yogures con bífidus o lactobacillus).
Podemos añadir queso tierno en
alguna papilla de carne o pescado o medio yogur a la papilla de frutas.
- Huevo: se puede empezar a dar huevo a los bebés a partir de los 8-9 meses.Comenzamos añadiendo la yema cocida a las papillas, en sustitución de la carne o el pescado o también en las sopas de pasta o arroz. Se recomienda un máximo de 3 veces por semana. Una vez aceptada la yema, introduciremos la clara también cocida.
A partir de los 9-10 meses se deben ir haciendo las
papillas menos trituradas (introducir sopas de arroz, pasta fina o sémola),
para que el niño se vaya adaptando a las diferentes texturas.
- Legumbres: introducirlas
a partir de los 10-12 meses. Primero las legumbres sin piel como las lentejas
(se venden ya peladas o se pueden pasar por un colador chino) y más tarde con
piel.
- Pescado azul: empezar a
partir del año y siempre con pescados pequeños como las sardinas, la caballa o
los salmonetes.
Recomendaciones de alimentación complementaria en bebés
De 5-6
meses a 12 meses:
- Evitar las bebidas azucaradas (zumos, infusiones…) y ofrecer agua
entre tomas.
- No añadir sal ni azúcar a las comidas.
- Entre los 6 y los 8 meses los bebés suelen tomar 2-3 papillas
diarias y a partir de los 9 meses 3-4 papillas diarias.
- No se debe ofrecer carne y pescado o huevo en el mismo día por el
exceso de proteínas (dar uno u otro).
- Hasta los 11-12 meses se recomienda que la cena esté compuesta por
leche.
- Si un niño en un momento determinado no quiere
comer, especialmente si está enfermo, no se le debe forzar.
- No dar leche de vaca hasta el año. Se puede ofrecer
derivados lácteos (yogur, queso fresco) en pequeñas cantidades antes del
año.
A partir
de primer año:
- Ofrecer al menos 4 comidas al día.
- Todos los días deben comer fruta, verdura, cereales y carne o
pescado.
- Los alimentos fritos se deben cocinar a alta
temperatura y durante muy poco tiempo de fritura
- Evitar comidas picantes o muy especiadas.
- No es aconsejable las bebidas gasificadas,
excitantes o energéticas. Ofrecer agua entre comidas
- No ofrecer frutos secos a menores de 3 años por
riesgo de atragantamiento.
La alimentación complementaria en bebés es una nueva fase del desarrollo del niño, por ello es importante hacer de este proceso una rutina placentera, en la que los padres tendrán que tener paciencia, estar tranquilos y disfrutar cada instante junto a sus bebés. Siguiendo todas estas recomendaciones, lograreis el éxito esperado.